De: Alesandri Bonilla.
El martes 18 del presente año vimos a través de las redes sociales y los medios de comunicación a miles de jóvenes de todos los extractos sociales manifestarse de manera pacífica, con pancartas y vestidos de negro frente a la sede principal de la Junta Central Electoral de la ciudad de Santo Domingo, capital dominicana, exigiendo una respuesta por parte de dicho órgano institucional y elector, por lo acontecido en las frustradas elecciones municipales del pasado domingo 16 febrero.
Ahora bien, ¿cuál es el punto?, mientras unos se manifiestan en defensa del derecho y en contra del uso y abuso de poder interpuesto por el gobierno, otros al parecer han despertado trasnochados y embriagados de su seguridad al creerse tener la verdad absoluta; ´chivos aserenaos´ que oyen lo que les dice el de arriba, se lo creen, lo asumen como bueno y válido y luego lo divulgan en las redes, sin importarles la causa de la lucha en sí, posteando cualquier cosa.
Esa especie social para la cual las redes sociales son un sustento, se lanzan para tratar de dañar lo que está siendo una lucha digna llevada a cabo por jóvenes y, al día de hoy, de todo un pueblo. Se lee cada cosa, desde que la manifestación ha sido organizada por la oposición, hasta el “yo no participo porque eso solo beneficia a la oposición”, o, “eso es solo para coger cámaras y likes”, pero peor todavía, se alegran si no ven que hubo el suficiente apoyo. ¿Chistoso verdad? Pero qué podemos esperar del que nunca ha hecho nada valioso y digno por la sociedad. Personajes que velan por su bien propio porque no conocen el común y tampoco les interesa.
Si usted tiene su voz empeñada a cuatro años, no quiera dañar al que puede hablar, al que se puede expresar libremente, al que está ejerciendo su derecho de defender lo poquito que queda en la República Dominicana. Quédese callado que así se ve mejor y estorba menos. Suficiente es con saber que usted vive del pueblo a cambio de nada, sin dar beneficio alguno a la sociedad, solo distorsionar la verdad y tapar la mentira.
Sepa que lo que para usted es su herramienta de trabajo, su sustento, o sea, las redes sociales, para esos jóvenes que hoy han alzado su voz sin importar partido, religión o clase social, para ellos las redes son un estilo de vida y contra eso es imposible competir. Ustedes critican y postean, ellos difunden y cuentan su testimonio. Ustedes se burlan porque les lanzan bombas, ellos lloran por los efectos del gas y responden con botellitas de agua, porque su lucha es pacífica ante el monstruo del gobierno. Sí, tienen más dignidad que tú porque también están peleando la que pudiera ser tu lucha, pero tú eres un cobarde.
Te indignas porque lees en las pancartas el hastag #SEVAN ¿Y qué tu esperas si es el gobierno quien les ha llevado a esta manifestación? Sí, se expresan en contra de la JCE y del gobierno, por su abuso, y piden una respuesta a la artimaña que originaron el 16 de febrero, que no quede en la impunidad.
Es el pueblo, es la juventud que se está manifestando en favor de un bien común que tú por tu ignorancia no entiendes. A esos jóvenes con ideales y con coraje no los calla el sabotaje, ni tu tosca opinión, ni quinientos pesos, ni un pica pollo, ni una nevera, ni una receta, ni el oro negro que pisan cada día. A esa juventud pensante solo la calla una respuesta buena y válida, no palabras bonitas ni politiquerías.
Si tienes una mordaza económica, mantenla en tu boca y no critiques porque sigues sin aportar nada a esta sociedad que te lo está dando todo gratis. No intentes politizar una lucha del pueblo. No intentes ponerle color o nombre de partido porque esa lucha es del pueblo. Respeta esa lucha y a los que luchan. El pueblo ha visto muy claro y da seguimiento al acontecer. Solo resta exhortarle a los que todavía dudan: Que la mediocridad del que está perdido en los laureles no te confunda.